Inversión extranjera en Ecuador.
- Moshe Gómez Pico
- 13 oct
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 20 oct

La inversión extranjera directa (IED) en Ecuador se mantiene por debajo del promedio regional y muy lejos de países vecinos como Colombia y Perú. Mientras Ecuador recibe entre 0,7 % y 1 % del PIB en IED anual, Perú y Colombia superan con facilidad el 2,5 % al 4 % del PIB. Solo en 2023, Perú captó más de 9.000 millones de dólares en inversión extranjera, Colombia superó los 17.000 millones, y Ecuador apenas bordeó los 1.500 millones.
Esta diferencia no es solo estadística: determina el ritmo del crecimiento económico, la competitividad y el desarrollo social a largo plazo. Países con mayores flujos de capital externo diversifican sus economías, generan empleo formal y financian infraestructura y tecnología. En contraste, Ecuador mantiene una estructura productiva dependiente de sectores primarios, con limitada innovación y poca inserción en cadenas globales.
La brecha también tiene impacto directo en la población. La falta de inversión privada limita la recaudación, ralentiza la modernización del Estado y reduce los márgenes fiscales para atender las necesidades sociales. Mientras Perú y Colombia aumentan sostenidamente sus presupuestos en salud y educación por el crecimiento de su economía, Ecuador enfrenta restricciones. El gasto público en salud ronda el 4,2 % del PIB, frente al 5,4 % de Colombia y el 5,1 % de Perú. En educación, Ecuador invierte cerca del 4,1 % del PIB, con una década de estancamiento, mientras sus vecinos superan el 5 %.
Las consecuencias se reflejan en indicadores sociales. La pobreza multidimensional en Ecuador afecta a más del 27 % de la población, mientras Perú ha logrado reducirla por debajo del 20 %, y Colombia avanza con políticas apoyadas por inversión productiva.
A largo plazo, una economía con menor dinamismo y limitada generación de empleo formal profundiza la inequidad. La población de ingresos bajos es la más afectada: tiene menos acceso a servicios de salud oportunos, educación de calidad y programas sociales sostenibles. El rezago en inversión extranjera no solo ralentiza el crecimiento económico: compromete las oportunidades de desarrollo de millones de ecuatorianos.
Ecuador compite en desventaja por factores como inseguridad jurídica, alta conflictividad tributaria, trámites engorrosos y falta de acuerdos comerciales amplios. Mientras Colombia y Perú han firmado más de una docena de tratados de libre comercio y brindan estabilidad normativa para los inversionistas, Ecuador aún debate reformas básicas sin lograr consensos duraderos.
El resultado es claro: menos capital externo significa menos empleo, menor innovación y menos recursos para combatir la desigualdad. Sin una estrategia seria para atraer inversión extranjera, el país continuará rezagándose frente a sus vecinos y condenando a su población más vulnerable a un desarrollo incompleto y desigual.
Con todo este preambulo es deseable tener una hoja de ruta hacia donde debe caminar el país.
Con el apoyo de la IA trazamos el siguiente plan:
PLAN DE APERTURA GRADUAL DEL MERCADO DE VALORES DE ECUADOR
FASE 1: FORTALECER LAS BASES INTERNAS (1–2 años)
Objetivo: Ganar confianza y liquidez local antes de atraer capital extranjero.
Medidas:
Modernizar el marco regulatorio, alineándolo con estándares IOSCO y OCDE.
Unificar las bolsas de valores de Quito y Guayaquil o crear una plataforma electrónica nacional única, con interoperabilidad.
Impulsar la digitalización total del registro y liquidación de operaciones.
Promover educación financiera masiva y la participación de inversionistas retail.
Establecer un Fondo de Garantía del Mercado de Valores, similar al de depósitos bancarios, para fortalecer la confianza.
Impacto esperado:Mayor transparencia, menor costo operativo, y aumento de participantes locales.
FASE 2: INTERNACIONALIZACIÓN CONTROLADA (2–3 años)
Objetivo: Permitir el ingreso de capitales extranjeros bajo normas seguras.
Medidas:
Crear un régimen de inversión extranjera en valores con registro y control automatizado (por ejemplo, tipo “Foreign Investor ID”).
Firmar acuerdos de interconexión de custodia y liquidación con depositarios internacionales (Euroclear, Clearstream).
Permitir la emisión de bonos corporativos en dólares en el mercado local con libre negociación internacional.
Establecer una unidad especializada de supervisión de flujos de capital en la Superintendencia de Compañías.
Impacto esperado:Llegada de inversionistas institucionales regionales, reducción del costo del capital para empresas ecuatorianas.
FASE 3: MERCADO REGIONAL INTEGRADO (3–5 años)
Objetivo: Conectar Ecuador con los mercados latinoamericanos.
Medidas:
Incorporar a Ecuador al MILA (Mercado Integrado Latinoamericano) junto a Chile, Perú, Colombia y México.
Crear un índice bursátil regional que incluya empresas ecuatorianas.
Facilitar emisores extranjeros listados en Ecuador y viceversa (“cross-listing”).
Impulsar fondos de inversión regionales con gestión desde Quito o Guayaquil.
Impacto esperado:Mayor volumen de transacciones, diversificación de productos financieros y exposición internacional.
FASE 4: DESARROLLO DE PRODUCTOS AVANZADOS (5–7 años)
Objetivo: Crear profundidad y sofisticación financiera.
Medidas:
Permitir derivados financieros (futuros, opciones, swaps) bajo normativa prudencial.
Establecer un mercado de REITs (fondos inmobiliarios cotizados).
Impulsar ETFs ecuatorianos (sobre acciones, bonos y commodities locales).
Incentivar mercado de deuda pública líquida y transparente, con una curva de rendimientos referencial.
Impacto esperado:Mayor liquidez, diversificación del riesgo y atracción de inversionistas institucionales globales.
FASE 5: APERTURA PLENA Y CONFIANZA INTERNACIONAL (7–10 años)
Objetivo: Lograr que Ecuador sea visto como un mercado emergente confiable.
Medidas:
Obtener calificación de mercado emergente por parte de MSCI o FTSE Russell.
Establecer acuerdos de reciprocidad con bolsas europeas y asiáticas.
Promover emisiones verdes y sostenibles (bonos ESG, sociales, de carbono).
Fomentar centros financieros off-shore controlados (Quito o Guayaquil Financial Hub).
Impacto esperado:Entrada sostenida de capital global, empresas locales listadas en el exterior, crecimiento del PIB financiero.
BENEFICIOS MACROECONÓMICOS:
Mayor inversión privada y extranjera directa.
Reducción del costo del financiamiento corporativo y público.
Fomento del empleo en sectores financiero, legal y tecnológico.
Incremento de la transparencia y formalización económica.
Ya se conoce que se está trabajando en el mercado de valores ecuatoriano en mejorar su modernización, es claro que si estamos en el radar global, millones de dólares podrán venir a Ecuador, y miles de familias ecuatorianas tendrán fuentes de empleo.

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