La gestión de patrimonios consiste en el desarrollo de una estrategia de inversión, tras un análisis de la situación y perfil del cliente, para tratar de alcanzar sus objetivos financieros y vitales, el equilibrio de sus recursos y necesidades futuras. (Economipedia).
Gregorio Fernández, estudioso de la bolsa, da un ejemplo de estrategia, una persona podría dedicar el 30% a comprar pisos para alquilar, el 50% a reformar y revender pisos y el 20% a alquilar plazas de garage y otra persona podría dedicar un 70% a locales en alquiler y otro 30% a plazas de garage. Es decir existen infinidad de estrategias posible para un inversor.
Es importante revisar tres puntos en la gestión de patrimonio:
- Balance del cliente, es con lo que contamos.
- Objetivos, es lo que proyectamos tener.
- Plan financiero, es nuestro plan maestro para llegar a conseguir lo que queremos.
Hay una diversidad de variables a tener en cuenta para una buena gestión patrimonial como la rentabilidad, el riesgo, el tiempo, impuestos, liquidez disponible, legislación, entre otras.
En el Balance del cliente, el gestor de patrimonios recopila la mayor cantidad información financiera del cliente, con esto realiza las proyecciones de ingresos, gastos y patrimonio. Así como el capital que el cliente está dispuesto a gastar.
En el objetivo del cliente, el gestor de patrimonio deberá discutir con el cliente sobre las posibilidades reales de conseguir determinado nivel de patrimonio, por ejemplo comprar una casa, comprar acciones, subir el nivel de patrimonio un 50%.
En el plan financiero, se diseña la cartera repartiéndolo entre renta fija, renta variable, monedas, criptomonedas, edificios.
Elaboración del mandato según el perfil indicado en el test de idoneidad, la cartera estratégica:
Cartera conservadora: 25% activos monetarios, 50% renta fija y 25% renta variable (rango mínimo de renta variable 15% y 85% resto de activos).
Cartera conservadora: 10% activos monetarios, 40% renta fija y 50% renta variable (rango mínimo de renta variable 25% y 85% resto de activos).
Cartera agresiva: 5% activos monetarios, 20% renta fija y 75% renta variable (rango mínimo de renta variable 25% y máximo 100%).
Así que si deseas hacer crecer tu capital, debes actuar con prudencia e ir a tu asesor y contarles un plan pre-elaborado por ti sobre tu visión de tu patrimonio a futuro.
Si deseas explorar más sobre este tema te recomiendo el libro Gestión de Patrimonios: Claves para rentabilizar, proteger, disfrutar y compartir el patrimonio familiar por Eva García y Stuart Lucas, mis colegas. (Dale click al banner a continuación).
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